Muchos son los beneficios de poner cubiertas vegetales en el edificio. El verde transmite sensación de paz, salud y bienestar. Mejora la calidad del aire y contribuye al medio ambiente. Además, según estudios, la gente es más feliz en un entorno verde que en uno gris. El verde relaja, reduce el estrés y estimula una recuperación más rápida de enfermedades. Ese es uno de los motivos por lo que las ciudades cada vez más se suman a  esta iniciativa, como Guipúzcoa.

Colocar una cubierta vegetal en un edificio proporciona una reserva de agua de lluvia. Las plantas y la lámina de drenaje absorben el agua, por lo que retarda la descarga de lluvia en el sistema de alcantarillado y evita inundaciones. Asimismo, purifica el agua de lluvia pues se evapora a través de las hojas de las plantas.

Por otra parte, la cubierta vegetal de las plantas filtran las partículas del aire para convertir en oxígeno el CO2. De esta forma, se purifica el aire, ayudando a las personas con patologías como asma, cáncer de pulmón y EPOC, además de contribuir a disminuir la contaminación. La Organización Mundial de la Salud advierte sobre la pobre calidad del aire en las zonas urbanas.

Las cubiertas vegetales ayudan también a reducir la temperatura ambiente. Las plantas absorben el 50% de la luz solar y el 30% lo reflejan, creando un clima más frio y agradable. En un entorno interior esto se traduce a un 33% de disminución del uso de aire acondicionado. Además, ejerce una influencia positiva sobre el clima de las inmediaciones del edificio y de la ciudad en general. Se consigue una reducción de 3°C de la temperatura de la ciudad.

Otro de los beneficios es el aumento de la eficacia de las placas solares. Las plantas reducen la temperatura del tejado, por lo que la eficiencia de las placas es mayor y reduce costes energéticos.

Las cubiertas vegetales también disminuyen el ruido exterior, alargan la vida útil del tejado protegiéndolo de las inclemencias del tiempo y aumenta la biodiversidad de su entorno. Al mismo tiempo, funcionan como barrera resistente al fuego debido a la gran humedad que contienen.

Además, vivir y trabajar en un entorno verde une a las personas. Favorece la cohesión social en los barrios y tienen un efecto positivo sobre ellos. Las áreas con más zonas verdes sufren menos agresiones, violencia y vandalismo.

Cabe destacar también la gran labor que hacen contra la erosión. Las cubiertas tradicionales están expuestas a fuertes vientos. Sin embargo, los tapices vegetales garantizan que el sustrato no será arrastrado durante esas ventiscas o una tormenta. Las cubiertas vegetales ofrecen a la cubierta inferior una capa superior, solida y resistente contra la erosión.

En definitiva, una cubierta vegetal aporta numerosos beneficios a nivel económico, ecológico y social.